miércoles, 4 de diciembre de 2013

La bandera que arropo el féretro de Trujillo



 

La Romana Rep Dominicana
Debajo del altar mayor de la iglesia Nuestra Señora de la Consolación, en la ciudad de San Cristóbal, reposaron hasta noviembre de 1961 los restos del dictador Rafael Leonidas Trujillo (octubre de 1891- mayo de 1961).

Esta iglesia, de hecho, fue construida en 1947 para ser el templo funerario de Trujillo y su familia.
 

Si un día bajan, podrán ver la cripta con sus doce nichos y las flores del pasillo confeccionadas en metal para que duraran mucho tiempo.
 

Allí, en ese sótano, se encuentra el ataúd (con manchitas de sangre y todo) del Jefe y la bandera que arropó su cuerpo durante los funerales y el entierro. Casi nadie visita la cripta porque, según nos dijo el párroco Miguel Ángel Ciaurriz, prefieren promover los murales que Vela Zanetti pintó en el edificio.
Ya. En realidad lo que quería mostrarles es el estado de la bandera.
 

Si Trujillo, tan nacionalista, reviviera y la viera moriría de pena.
Yalo podría entrar en controversias y herir la honra, la gallardía, la dignidad, la memoria y el ego de mucha gente si desde aquí pidiera que la rescaten, que “la curen”, que la pongan en una caja de vidrio y la conserven, que no se la dejen a los ácaros y al polvo. Pero no lo hace. No.
 

¿Por qué lo insinúa, entonces? Ah, bueno, porque al fin y al cabo es una bandera dominicana, y hay dominicanos (léase con sarcasmo) que pelean y matan por su bandera
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario