martes, 29 de noviembre de 2016

Más de veinte mansiones, yates y criadas: la vida de lujo de Fidel Castro

La Romana Rep Dominicana
El guardaespaldas personal durante 17 años del líder cubano reveló que el exdictador «vivía como un capitalista con todos los placeres de un monarca del siglo XVI»
Aunque el guardaespaldas personal de Fidel Castro durante 17 años murió en su exilio de Miami hace un año y medio, llevándose consigo secretos de alto voltaje de la vida del dictador cubano, muchos de ellos los reveló en su libro «La vida oculta de Fidel Castro». El que fuera también ex teniente coronel del Ministerio del Interior (Minint), Juan Reinaldo Sánchez, reveló información acerca de la gran riqueza acumulada por el líder comunista, mientras el pueblo cubano vivía gracias a las ayudas de la URSS, primero, y sobrevivía después a duras penas tras la desmembración del bloque comunista.
Sánchez, a quien Castro elegía en 1977 para formar parte del primer anillo de su seguridad, aseguró que el mandatario poseía una paradisíaca isla privada conocida como Cayo Piedra, más de veinte mansiones, una marina con yates, cuentas bancarias cifradas, una mina de oro, criadas, cocineros uniformados y hasta una fábrica de quesos para su uso personal.
Este licenciado en Derecho con formación en espionaje y contraespionaje, tirador de élite y cinturón negro de karate y yudo dedicó 26 años de su vida a la seguridad del expresidente de Cuba, 17 de los cuales fue su sombra. «Más que su ingratitud sin límites hacia quienes lo han servido, le reprocho su traición. Ha traicionado la esperanza de millones de cubanos», llegó a decir antes de morir.
El exguardaespaldas explicó en una entrevista a ABC que «uno de los mayores secretos de la dictadura cubana es la vida privada oculta que Fidel siempre ha mantenido como secreto de Estado, mientras exportaba al mundo la imagen de un sacrificado revolucionario que nunca se tomaba vacaciones, cuando en realidad vivía como un capitalista con todos los placeres de un monarca del siglo XVI y manejaba Cuba como si fuera un señor feudal».

«La Deseada»

Contaba Sánchez que en la mayoría de esas más de veinte mansiones repartidas por toda la isla se alojaban Castro y él durante los viajes. Dos de ellas contrastan especialmente con la vida llena de carencias de los cubanos. «La Deseada», un coto de caza situado en la provincia de Pinar del Río donde el dictador pasaba los fines de semana en la temporada de lluvias —acompañado de su segunda mujer, Dalia Soto del Valle— y disparaba a los patos que emigraban de Florida a la isla.
Pero el resto del año, sobre todo en agosto, los Castro preferían cayo Piedra, una pequeña isla cercana a Bahía de Cochinos «con un radio de exclusión marítima de tres millas solo para Fidel». En este paraíso tienen casa propia y de invitados con piscina de agua dulce, delfinario, criadero de tortugas, helipuerto, guarnición permanente, los yates «Aquarama II» y «Pionera I», y un restaurante flotante por el que pasaron personalidades como el escritor Gabriel García Márquez, el dueño de la CNN Ted Turner, la periodista estadounidense Barbara Walters, el empresario francés Gérard Bourgoin, el expresidente colombiano Alfonso López Michelsen o el dictador de la extinta RDA Erich Honecker. La mayoría de los «privilegiados» eran extranjeros, según los ojos del ex teniente coronel.

La fábrica de quesos

Otro de los datos que sorprenden es la fábrica de quesos, yogures y helados que poseía Fidel Castro para su propio consumo o de quien él decidiera, de nombre Portugalete. Estaba en la localidad de Nazareno, a unos dos o tres kilómetros del llamado punto cero, la casa habanera del dictador en Siboney, según Juan Reinaldo Sánchez.
Es una vivienda tipo clase media-alta en Estados Unidos pero a años luz de la del cubano corriente. Allí Castro recibía la visita de amigos como Cristina Fernández de Kirchner en un salón pintado de lila con vidrieras de colores. «Fidel Nunca comía carne roja ni cerdo, y ahora que está enfermo menos. En alguna ocasión tomaba cordero. Pero su menú preferido era a base de pescados, mariscos y pollo», señalaba hace un par de años el exescolta.
Contaba con un equipo de cocineros uniformados que se turnaban para prepararle la comida y varias criadas se ocupaban de la casa «dirigidas por su mujer». «Por tener, tenía hasta un doble a quien paseaban en su coche y con su uniforme por las calles de La Habana cuando Fidel fue hospitalizado en 1983 y 1992», apuntaba.

martes, 1 de noviembre de 2016

MALAS INVESTIGACIONES

La Romana Rep Dominicana 
Por Sandy Mercedes 
Quiero expresar mediante estas líneas entrando en un análisis quizás de algo que a cada uno nos afecta de manera significativa tratándose de un hecho.

La institución del orden publico que se denomina Policía Nacional,  en sus afanes por mantener la tranquilidad a la cuidad nía en muchos de los casos por querer salir rápido y dar a entender que sus acciones llevan a resolver antes de tiempo un hecho.

Ha sido tantas las veces que han quedado mal, esto por actuar  mediante quien puede indicar a un actor  que nunca actuó, entonces se convierte en un  castigador de  inocentes.

Ahora tenemos el caso de un hombre que está siendo presentado ante la población como el asesino de otro que según se ha informado fue con el motivo de cometer un atraco, con esto la institución policial entiende que ya ha resuelto el problema.

Claramente pedimos que quien sea culpable que pague por sus hechos, ahora bien quien no sea culpable que sea puesto en libertad, nos preguntamos de ser inocente quien lo va a indemnizar.


Consideramos que no se debe actuar por alguien que  se le antoje decir creo que es ese,  o me imagino,  tal vez, quizás, puede ser,  es mejor hacer una investigación como manda la ley.