La Romana Rep Dominicana
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Facebook Sandy Mercedes
Por Wanchy Medina
En la
nueva ola de comunicación muchos vivimos atrapados, estamos sumergidos
en el laberinto de una innegable red que si no la sabemos bien usar nos
aporta desatención hacia los demás, pero a su vez no podemos prescindir
de ella, es lo que llamamos las redes sociales.
Para
la juventud es una especie de estar a “la onda” y competir con la
modernidad, para otros es, una forma más expedita de saber las
informaciones con instantaneidad; un gran segmento de la sociedad lo
toma como algo novedoso que nos atrae el siglo XXI, y para algunos
funcionarios públicos es menospreciar una nueva práctica de
interactividad con las ejecuciones de las políticas trazadas en la
institución.
Podemos estar lejos de la televisión pero a
través de twitter sabremos al instante los pormenores del discurso
presidencial; no estamos escuchando la radio pero el facebook e
instagram nos informan de los acontecimientos con imágenes impactantes,
en fin estamos obligados a evolucionar hacia una nueva era de la
comunicación.
Mayormente los funcionarios públicos no
están consiente del gran impacto que se crea en su gestión cuando la
institución que dirige esta asociada con los ciudadanos a través de una
red social.
La comunicación en estos códigos hace del funcionario un
recipiente para recibir con calor las quejas de los representados, y si
su efectividad es competitiva puede dar una respuesta rápida y certera a
la demanda social.
Muchas instituciones públicas están de
espalda a las redes sociales, por consiguiente también lo están sus
funcionarios, esto muestra una debilidad en la comunicación con los
ciudadanos, y si a lo antes dicho se agrega un débil departamento de
relaciones públicas, estamos hablando de un desastre en el sentido de
vincular la institución a la sociedad.
Los ayuntamientos
deben evolucionar hacia una interacción con los ciudadanos para hacer un
mejor ejercicio de acción frente a los reclamos; en las nóminas de las
dependencias del Estado ya debe estar el nombramiento de un community manager para que interactúe minuto a minuto, y así poder reportar las quejas a su superior inmediato en busca de solución.
Este
cargo no debe verse como una botella, es una posición nodal para
transmitir el sentir de la población hacia la institución y buscar
reparos.
Cuando el munícipe se desplaza por la calle y
observa un semáforo dañado, con el teléfono inteligente puede informarlo
al instante a la institución, pero si el funcionario no está en esa
onda, jamás podrá enlazar tal situación para dar una pronta respuesta.
Un hoyo en una calle, la basura sin recoger, y cualquier otro
debilidad pueden ser referidas a través de las redes sociales y los
funcionarios e instituciones actualizados recibir las quejas con
instantaneidad y pensar en una solución inmediata.
Las redes nos permiten comunicar con prontitud, dar respuestas rápidas a los inconvenientes.
Se
hace indispensable que evolucionemos hacia este nuevo esquema de
interacción con los representados, si usamos con eficiencia las redes
sociales, podremos dar buenos resultados frente a los reclamos, en
cambio si ignoramos tal modo de comunicar, los funcionarios estarán como
postalitas en su asiento reclinable.
A propósito, si
alguien que quiere externar su queja al ayuntamiento de La Romana como
institución a través de una red social, tiene alguna vía por donde
hacerlo?
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