Por Sandy Mercedes
Cuando se aproxima el mes de Julio para mucho quizás sea
una época muy querida pero al pasar de los días se convierte en una rutina
hasta llegar al olvido, es el mes que pudiera ser el más grande por la gran
suerte de pertenecer a los padres.
Este día que se conoce como, El Día de Los Padres, muchas veces llega sin darnos cuentas y las felicitaciones son muy escasas, porque
no está en la mente de aquellos que le agradezcan a ese ser que se encarga de
engendrar a la más querida de la tierra.
Quiero felicitar a todos los que han sido felicitado, bendecir
quien haya recibido la mas insólita respuesta de haber sido padre y que le
hayan dicho que eres el mejor padre.
Existe el refrán muy mencionado para la época que
reza, los padres son perros, Quizás el inventor de esa frase estuviera
equivocado, realmente creo que no.
Muchos no tenemos la suerte de recibir ni una migaja
que le pudiera sobrar a un buen samaritano y que pueda regalárnosla para ese
llamado día de los padres.
Dichoso y bienaventurado el que sea glorificado con un
obsequio en un día alusivo a los padres, es poco el tiempo para mucho
extenderle un trozo de pan que le sobra en la mesa a los mendigos que le ha
dado la vida.
Un hombre que tal vez se ha sacrificado en levantar
las ideas bajo torturas y reunir lo que la familia exige para el diario vivir y
que sin importarle nada todo lo deja en su residencia.
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