lunes, 9 de enero de 2012

UNA MINA DE ORO EN EL FONDO DEL MAR

La Romana Rep Dominicana




Santo Domingo

¡Saqueo! Es la primera palabra que podría llegar a la mente de la persona que escucha o lee acerca de “tesoros hundidos”. Quizás imágenes de pepitas de oro, piedras preciosas y joyas rondan los pensamientos de quienes intentan lanzarse al fondo del mar, a ver si tienen suerte en la búsqueda de lo que sólo hasta ese momento es una leyenda.

Y no es para menos. Historias de piratas en el Caribe y los galeones cargados de oro junto a otros metales y objetos antiguos que navegaban por las aguas de este continente no son fábulas, aunque la idea de encontrar oro es un poco relativa, ya que el valor de los objetos allí no se estima tomando por lo material, sino más bien por su relación con la historia.

Luego de la colonización de América, el Caribe se ha convertido en una especie de “cementerio subacuático” que evidencia la presencia europea en la región.

Por esa razón, hay personas e instituciones que se dedican, de manera exclusiva, a la búsqueda de esos objetos que podrían aparecer en el océano, algunos de manera ilícita, y otros como un medio de producción, llegándose a conformar empresas internacionales especializadas en la investigación y exploración de galeones hundidos.

Roberto Llerena, un periodista y buzo salvadoreño con 30 años radicado en el país, señala que “no hay en todo el Caribe un país con tantos naufragios de la época colonial como República Dominicana, incluyendo a Haití. Podrían haber más de 500 en toda la isla”.

Llerena, quien fue uno de los buzos que participó en el rescate del barco Conde de Tolosa, explica que la ciudad Santo Domingo era un puerto importante para 1500, y también la sucursal de la Casa de Contrataciones de Sevilla, que se dedicaba a regular el comercio y la navegación de los españoles con América.



Expedición

La búsqueda podría durar algunos 15 días, pero se podría extender por años.

En el primer día se instala la embarcación de rescate en la zona y se bajan los equipos al fondo del mar. Se comienzan las labores de limpieza y se distribuye el trabajo de los buzos.

En cuanto al equipo de trabajo, Selmi explica que en un proyecto de rescate arqueológico submarino se requiere de un personal entrenado para esa labor, conformado por un jefe de operaciones para los equipos y personal, así como un arqueólogo submarino jefe del proyecto y la excavación.

Además, dice que es necesario un grupo de buzos entrenados y calificados. En la actualidad se están utilizando buzos dominicanos.
blancoynegro04.blogspot.com

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