Por Sandy Mercedes
Quien no acepta la realidad, mucho menos vivirá en la verdad y quien no busca el Reino de Dios primeramente, nunca recibirá las añadiduras prometidas.
Quien no acepta la realidad, mucho menos vivirá en la verdad y quien no busca el Reino de Dios primeramente, nunca recibirá las añadiduras prometidas.
Normalmente, nuestras abrumadoras circunstancias nos descodifican de lo positivo, lo justo y hasta lo moral, preferimos caminar en lo incierto apagar el precio de vivir aplicando fe a los desafiados.
Coraje y lealtad al amor, o a la pasión y consistencia que alimentan un futuro saludable y progresista.
Alinearse con la verdad entraña afinar los puntos débiles y doblegar los neutros de nuestro carácter con la sabiduría divina,
Hasta retomar el caminar disiplinadamente.
Hasta retomar el caminar disiplinadamente.
Optimizar tus decisiones Es el punto de partida, recordando que chocar con los bordes y no tener un norte es como andar en una calle sin salida.
La aplicación de la maldad es como un laberinto y los ríos que todos desembocan en el mar.
Existen cosas que no son de nuestro interés por ser asunto de tercero.
Que podemos esperar de la vida, lo que hacemos en la vida de esa vida esperamos lo de la vida.
Si, un día observamos a las olas del mar nos preguntaríamos y de donde salen las olas?
Pero al otro extremo del ancho mar pasa lo mismo, y esa misma pregunta harían los que la observan.
Es decir, si yo le hago una maldad a una persona de seguro que tarde o temprano tendré en mi refugio de retorno lo que hice al principio.
Maldita sea las jaurías del veneno que engorda el pensamiento del malvado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario