La Romana Rep Dominicana.
Por Sandy Mercedes
Se registra
una especie de nuevos valores en algunos barrios de nuestras ciudades, Muchos jóvenes
asumidos la practica delincuencial como un modo de vida y se sienten orgullosos
de ser lo que son.
Han asumido las normas del bajo mundo con franqueza y naturalidad.
Están llegando
a dominar la dinámica de estos barrios en que logran estructurarse, Tienen sus
propios códigos de conducta y han creado también todo un sistema de mando y
obediencia a la organización.
Es como la expresión
de la familia, conociendo el libro el padrino, de Mario Puzzo, obra muy
conocida al ser llevada al cine con su
mismo titulo.
Sin embargo,
en una historia más reciente y tal vez con una mayor influencia en estas
generaciones actuales, el estilo de Pablo Escobar Gaviria, en Colombia, pudiera
considerarse mucho más vinculante a la práctica delincuencial de estos jóvenes.
Sus familiares
y vecinos van quedando involucrados en el disfrute y en el silencio, aunque
muchos de ellos terminan en cementerio o en las cárceles.
Da pena ver
que jóvenes que deberíamos tenerlos en las aulas de las escuelas y las universidades
estén, en cambio, cometiendo actos delictivos
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