Halado por bueyes el trapiche de El Coco en Hato Mayor lleva más de 40 años operando de manera ininterrumpida |
Manuel Antonio Vega
Texto y fotos
El Coco, Hato Mayor.- Lejos de los bateyes de
Mata Palacio, a unos 7 kilómetros al sur de Hato Mayor, está “Trapiche El Coco”, considerado como el ingenio
del melao, con más de 120 años de historia, 45 de ellos operando de manera
ininterrumpida y donde semanalmente movido por la fama del dulce de caña,
llegan decenas de turistas nacionales y extranjeros a saber del proceso
artesanal del guarapo.
Con pocas cobijas, el trapiche de El Coco,
una comunidad rodeada de miseria y carente de los servicios indispensables, es
el escudo heráldico en la economía de la comunidad y atracción importante en la
primera provincia ecoturística de República Dominicana. Es la única industria
que se conoce en la comunidad.
En la pequeña y rudimentaria estructura se
produce el guarapo, que luego mezclado con fárfaras de naranja en caldera a
fuego rápido se convierte en melao melcochoso, utilizado para la fabricación de
dulce de naranja, melcocha, caramelo, masita y dulce de naranja en amiba de
importantes ciudades costeras de la región Este y mercado de Santo Domingo.
Aunque en el pasado existieron otros
Trapiches en Hato Mayor y otros puntos del Este, es el de El Coco, el único que
prevalece en el tiempo.
La estructura del viejo trapiche está
confeccionado con tres rolos o masas, que es por donde pasan el bagazo de la
caña y al triturarse o molerse va dejando caer el guarapo, que tomado crudo da
una sensación al paladar de un jugo procesado.
La
madera utilizada en el proceso es de algarrobo, que a juicio de Nazario
Reyes Cueto, descendiente de Don Nazario Reyes, fundador del Trapiche de El
Coco, ya fallecido, es la madera más resistente para el estiramiento de los bueyes.
Reyes Cueto no ha hecho más nada en su vida
que no sea ser trapichero, tarea que inició desde que tenía seis años de edad,
ayudando a pasar la caña a la máquina de madera.
Explica que cuando se le introduce poca caña
a la masa, los bueyes solo tiene que dar una sola vuelta, que se establece en
un espacio de cinco metros cúbicos.
Turistas van al lugar solo para probar el
guarapo y ver como con tanta maestría dos bueyes, que se utilizan para girar la
máquina artesanal, van girando alrededor de la pequeña caseta y el líquido va
cayendo a un embase.
El artesanal ingenio funciona desde hace 45
años en el lugar donde actualmente estaba, pero antes estuvo más escondido y
don Nazario Reyes (Padre) llegó a utilizarlo para fabricar el alcohol crudo,
conocido como Triculí.
Es un ingenio sin chimenea, movido por la fuerza bruta de los
bueyes, que en su movimiento van dejando el néctar de la caña y elevando el
entusiasmo de quienes lo manejan, así como alegrando a quienes pueden disfrutar
de ver este espectáculo del turismo sostenible en Hato Mayor.
La caña utilizada en el trapiche es producida
en 40 tareas, propiedad de la familia Reyes en El Coco.
La tradicional molienda engalana al comunidad
de El Coco, que semanalmente espera la visita de turistas, que entran en
camaradería y van disfrutando del guarapo y después del dulce de melao
procesado a alta temperatura en calderas.
PREPARACIÓN
Reyes explica que lo primero que hay que tomar
en cuenta es la siembra de la caña en surcos, de tal forma que al llegar el
verano la misma obtenga la suficiente consistencia para molerla.
“Sembramos la caña, la limpiamos de las
malezas y dejamos que se desarrolle para luego llevarla al trapiche”, explica
Después de seis o siete meses, para mediados
de febrero, entonces todo está listo para la molienda.
La molienda dura a veces hasta cuatro horas y
se hace tanto en horario de la mañana como en la tarde, aunque a veces solo
tienen como testigos el trinar de aves como el Ruiseñor, Chinchilín, Pájaro
Bobo y otros que encantan con sus silbatos y galanteo a las féminas pájaras.
Mientras Reyes introduce la caña por el trapiche,
su hijo Alberto de 13 años recoge el bagazo para meterla nuevamente y extraer
la última gota del “guarapo” (jugo de la caña dulce exprimida).
Significó que aunque algunos turistas y
visitantes nativos degustan uno que otro vaso del guarapo, la mayor parte del
jugo de la caña se utiliza para preparar la miel.
LA MIEL
El guarapo o jugo de la molienda se cocina
durante cinco y seis horas en calderas o pailas grande que atizada con leña.
“Cuando el guarapo empieza a hervir se le
extrae la cachaza (primera espuma que suelta el zumo de caña al cocer) para
eliminarle todas las impurezas”, explica Nazario Reyes Cueto, quien es un
verdadero maestro en sus explicaciones y diestro en extraer el néctar de la
caña.
Cuando el melao está en su punto más álgido
de calentura se le apagan los tizones y se le añaden fárfaras de naranjas
agria, para darle especial sabor con coco rallado y anís estrellado.
La miel que se obtiene se comercializa para
preparar o hacer dulce de naranja, caramelo, melcocha, masita y otras
exquisiteces que tanto gustan a nativos y turistas.
“El melao tiene su mercado asegurado en la
zona turística de Bávaro en Higüey y mercado de Santo Domingo, lo duro es
procesarlo, porque merece especial atención, para que no se te pase el punto
del dulce”, explica.
RUTA DEL TRAPICHE
Dado el valor histórico, cultural y la atracción
turística que envuelve la producción de melao y guarapo de caña de azúcar en la
comunidad de El Coco, a unos 7 kilómetros al sur de Hato Mayor, el Ministerio
de Turismo, trabaja en un proyecto para dejar establecida la anhelada Ruta del
Trapiche, con la cual se busca dinamizar la industria del melao y atraer
turistas nacionales y extranjeros.
En esa tarea está el viceministro de Turismo,
Luis Simó, quien coordina el Plan de Desarrollo Turístico Comunitario, que ya
ordenó la construcción de una nueva vivienda para la familia de Nazario Reyes
Cueto, hijo de Don Nazario Reyes (fallecido), fundador del artesanal ingenio.
También ha sido integrado el pastor Carlos
Soeggard, quien ha ayudado en la construcción además de un nuevo horno para el
proceso higiénico del melao.
Se proyecta construir un restaurant del
melao, con una enramada para el descanso de turistas, con un jardín en su
entorno.
Los turistas podrán visitar el lugar y
degustar el guarapo, saborear dulces y cocteles hechos sobre la base del guarapo,
así como mermeladas de chinola y naranja producida en la comunidad.
“La idea es iniciar en Hato Mayor el
agroturismo y motivar el desarrollo económico y social de El Coco”, apunto
Simó.
El proyecto de ruta incluye jornadas de
capacitación a la comunidad, con cursos de bartender, gastronomía, camareros,
atención al cliente y alfabetización.
blancoynegro04.blogspot.com